14 de agosto de 2016

Directa de los Martínez - Pico Urriellu

Cuando haces una actividad siempre es bonito que tenga una historia detrás. En este caso, esa historia tiene que ver en que lo con lo que se propone puedes ayudar a cumplir sueños que llevaban 40 años en la recámara. Hay veces que no se puede pedir más. 

Mi compañero en esta escalda, José, lo intentó hace 40 años; aquéllos eran otros tiempos y, poco después de empezar a escalar, se dieron la vuelta: no tenían ni idea de por dónde iba la vía y creyeron que aquéllo les venía grande. Tomar una decisión así para unos chavales de 20 años que habían tardado 4 días en llegar allí no debió ser fácil. 
En los tiempos de internet, donde puedes saber hasta la secuencia del paso clave de una vía si lo buscas, ésto parece imposible. Hace 40 años aquéllo era otra cosa, incluso las vías que ahora repetimos cualquiera tenían un toque de gran incertidumbre, de hacer las cosas con una información mínima y un material muy lejano al que manejamos hoy.  Aventura al fin y al cabo.

Quizás, al escuchar estas historias, muchos deberíamos pensar dos veces al escribir la eso palabra, aventura; quizás deberíamos desimpregnarla de ego y sólo usarla cuando realmente la ocasión lo merezca.

Completando la "expedición" otros dos viejos amigos, con los que José tuvo un Club de Montaña pionero en Alcalá de Henares, allá por los años 70. Nosotros escalaríamos y ellos disfrutarían del entorno y, de paso, nos harían unas fotos desde abajo -¡Muchas gracias!-

En cuanto a nuestro viaje, el día de aproximación la meteo no se presentaba muy benévola, un ambiente lluvioso nos recibió a los 4 que allí fuimos. Bueno, si José y yo no podemos escalar, nos quedaremos dando una vuelta con el resto de la expedición.

La verdad es que no tenia muchas esperanzas de que al día siguiente escaláramos, así que cenamos, no fuimos a dormir sin poner la alarma; sin embargo, el día se despertó completamente despejado. 

Y para arriba que fuimos.

Como siempre, el resumen del resto de la historia en unas cuantas fotos:

Levantarse y ver la Cara Oeste del Urriellu por primera vez ¡Impresionante!

Canal de La Celada. Como desayuno no está mal un cuestón así, la verdad es que llegas calentito a la Cara Sur.

Factor de escala: la Cara Este del Picu y un servidor con la boca abierta.

Una hora despuésde salir del refugio: La Cara Sur. Ahora sólo queda llegar a la base de la vía, escalar y bajar.
Fotos del equipo de apoyo en tierra. Escaladores en la trepada final, estos sí que madrugaron.
Un servidor en la tercera reunión. Un balcón con buenas vistas del Jou tras el Picu.
José asciende el tercer largo ¿Quién habrá sido el tío simpático que le habrá hecho subir la mochila jeje?
Comienzo del 4º Largo. Lo hice recto por el canalizo. Para mi el mejor de la vía.
Esto de los canalizos mola, ¡es como escalar fisuras!
Vistas espectaculares del Jou desde la cuarta reunión.

Último largo de trámite. Ya huele a cima.
Después de llegar a la quinta reunión, dejamos la cosas y a trepar con cuidado hasta la cima sobre un precioso mar de nubes.
Y ¡Cima!. En la imagen es imposible retratarlo pero este momento lo recuerdo como muy emocionante.
La Santiña
Hay foto, hay cima. 40 añicos de ná, compañero


Y como hay que subir, hay que bajar. 3 rápeles y al suelo.

Suelo, y para el refugio. Ahora sólo queda un ratito hasta el coche... y que éste arranque.

Proverbios y cantares VIII  - Antonio Machado
P.D: Actividad realizada en Junio 2016. Muchas gracias a todos los integrantes de la "expedición".

8 de agosto de 2016

Cresta de los Geodésicos - Pico Palas

Una escapada a Pirineos para hacer una vía sencilla y relativamente corta que asciende a un pico al que tenía ganas desde hace tiempo.  Unas horas recorriendo uno de los sitios más bonitos que conozco en el Pirineo y una montaña de las de postal, con 4 aristas en sus 4 lados 

¿Habrá que hacer la cruz, no?

Aproximación desde el lago de Artouste. Esta vez nos aprovechamos de los medios mecánicos. El día no se presentaba muy halagüeño, pero la previsión para el día siguiente era buena.
Y la previsión acertó. Un día espléndido. Desayuno a las 6 en el refugio de Arremouilit y a las 7 salimos para el collado de los Geodésicos.

Durante la aproximación algunos nos observan; un Sarrio en las inmediaciones del Collado del Palas.
Y nosotros observamos otros gigantes de piedra. El gran Midi d'Ossau.
El lago de Artouste desde la alturas, dentro de unas horas tocará bajar hasta allí abajo.
Poco a poco, rodeamos el Palas, el collado de los Geodésicos ya está a la vista.
Y la arista también. En un rato estaremos en ella.
Y, al fin, llegamos al Collado. Una buena hora y media costó.
Desde allí, unas vistas tremendas de otro gigante: El Balaitus.
Nos preparamos, comemos y bebemos algo y para arríba. La cresta empieza aquí. Arriba, el primer gendarme.
Primeros metros fáciles, entre andar y pasos aislados de II.
Cazador cazado. El pico de Artouste a nuestras espaldas.
Llegando al primer gendarme, que se esquivará por la derecha -según se sube-.
Trepadas entre el II+/III con algo de patio ya.
Tramos afilados pero sencillos en la parte media de la cresta

Un día espléndido para disfurtar de cada paso.

Secciones sencillas del final de la cresta.
Ya queda poco, la cresta empieza a tumbar
Y, tras unos bloques más sencillos de lo que parecen, se llega a la cima. De paso, otra foto para enmarcar.
Y, por fin, cima. El hito que lo marca al fondo.
¡Cima! Una de esas que tachas con el gusto de habela imaginado antes
Algo de comer y beber y para abajo por la Chimenea Landomeur. Cuidado con las piedras en toda la chimenea y con no embarcarse en la zona inferior.
Para la zona final encontraremos dos parabolts con argolla para rapelar. 30 m justos.

Otro pequeño destrepe y todo será seguir hitos hasta el Collado del Palas por el caos de bloques que rodea a los Lagos de Arriel.
Aunque sea un sitio precioso, no trae buenos recuerdos. Un abrazo allá donde estés, Adán.
Un poco de esquí sin esquís en nevero resbaloso sin mucha pendiente siempre es mejor que una pedrera inmunda


Precioso sitio, ya queda menos para el refugio.
Hora y media de descenso y llegamos al refugio. Por suerte el helicóptero hoy sólo está de visita de cortesía.
Y vuelta al principio. Vuelta a la civilización.
Un gran día, un sitio precioso donde volver con un refugio pequeño  y antiguo, pero donde te tratan muy amablemente. 

Eso sí, cerca del Collado del Palas, con los lagos de Arriel a los pies, no pude dejar de acordarme de ésto.  

"Por eso en estos cortos días
no voy a tomarlos en cuenta,
voy a abrirme y voy a encerrarme
con mi más pérfido enemigo..."

El Miedo - Pablo Neruda