31 de diciembre de 2015

Paso a paso...

... se anda el camino.
¡Feliz 2016!
Cumpliendo con la tradición, subimos al Ocejón el 31.

 
Iggy Pop - The passenger



29 de diciembre de 2015

700 días

Hacer balance del 2015 me hace pensar en que este año y el anterior me han parecido unidos, como si solamente fueran 365 días y no justamente el doble.
 
Han sido los dos años más extraños de mi vida; dos años que difícilmente llego a comprender; dos años que no voy a olvidar nunca. Miedo, ansiedad y mucha frustración los han marcado.

Valdemanco y La Peña del Tejo Inferior, una pequeña gran escuela. (Foto: José Pinilla)
Hacer balance estos años también me hace pensar en las personas que, consciente o inconscientemente, me han ayudado; gracias a ellas todo ha sido un poco menos difícil. Muchas gracias a todos.

Hacer balance de este tiempo también incluye valorar cómo el deporte, la montaña y marcarme objetivos han hecho este tiempo más llevable. Y lo han hecho incluso cuando he tenido que renunciar -muy a mi pesar- a algunos de ellos. Es complicado vivir sumido en el miedo y hacer vida normal -y mucho más explicárselo a los demás, al menos para mi que no suelo contar mucho-.

Pequeños pasos para algunos. Grandes para otros. (Foto: Javi Sanz)
Quizás dónde me han llevado estos dos años se resuma en el que -de momento- es el último día de escalada del 2015. Un tranquilo día de escalda donde tres amigos pasamos una buena mañana por Valdemanco. Podrán quedar días malos, pero ese día me desprendió un halo de que todo va a ir hacia arriba, de que nunca hay que rendirse.
 
El Cancho Albalá. Buena escuela con vías fáciles para días tranquilos. (Foto: José Pinilla).
Resumiendo un poco el año, un hecho del 2015 que debería incluir es una carrera que corrí hace un mes en mi ciudad natal, Alcalá de Henares. Resume todas esas horas que me he pasado mirando al crono y al pulsómetro, centrado en unos objetivos que no sabía muy bien si iba a ser capaz de realizar. No por incapacidad, sino por ese miedo incompresible. Realmente es frustrante esforzarte mucho para no saber si ese miedo fantasma te tirará todo a la basura.

Pruebas superadas. (Foto: Javi Sanz)
Y el caso es que casi lo consigue. Los planes iniciales se redujeron a otros menores. Y esos menores a otros más pequeños; sin embargo, mirando atrás, no me puedo quejar, la línea de mejora y de actividades tiene tendencia creciente. Y no parece que quiera tomar otra. Por lo menos yo no quiero.

Vueltas a la roca, siempre estelares. (Foto: José Pinilla).
Si  entre todos los meses pasados tuviera que elegir uno, elegiría Julio. El día 3 de ese mes, después de mucho curro y muchas dificultades, conseguí mi título de Doctor con la máxima calificación posible. Una sensación rara te recorre cuando termina la Defensa; cumplir un objetivo nos llena, pero siempre nos deja un poco vacíos. Habrá que ir a por más.

Unos días después realicé, gracias a una gran ayuda, una de esas actividades que te marcan un antes y un después; no por la dificultad y no por lo espectacular que sea, sino porque, como sucedió con la Tesis, muestra que el esfuerzo y la perseverancia te llevan allí donde quieres estar.
 
Buenos seguros. Confianza. (Foto: Javi Sanz).
Este tipo de hechos, -y quizás sea la parte más importante- te marca una fuente de motivación, una muesca a la que volver cuando las cosas no vayan como debieran o cuando uno vuelve a pensar en que no es capaz o piensa que no tiene posibilidades.  
 
Incluso puedes volver a ellos cuando ves que quien tienes alrededor no confía en tus posibilidades; ¡Ah! si eso pasa, olvídalos, cambia de rumbo y busca soluciones a los problemas. Si has centrado bien el tiro, las habrá.
 
¡Reunión! Ya queda menos para terminar. (Foto: José Pinilla)
A este balance de hechos habría que sumar una pérdida reciente de alguien muy importante.  Perder a alguien que te valora y apoya incondicionalmente no es fácil. Aún así, el rumbo de las cosas fue el mejor, por duro que sea.

Pero siempre queda un muro que superar. Y, a veces, desploma.
Sé que todo esto no es un balance montañero, pero tampoco pretende serlo; es el balance que me apetecía escribir; es el balance que, como tantas entradas en este blog, me recuerda ciertas cosas de las que suelo olvidarme. 

"[...]ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo."
 
Soledades - Mario Benedetti

5 de diciembre de 2015

Refugio

Hace ya unos meses recibí un mensaje que me alegró el día. Y, aunque haya pasado tiempo, lo tengo presente; no era un buen día y me lo cambió. Fue como un pequeño refugio para mi.

Todos tenemos un refugio -o refugios- donde acudir cuando las cosas no parecen ir como debieran. Para algunos ese refugio será la familia, para otros los amigos o el deporte. Quizás, para otros, sea la montaña. Para algunos, como yo, es un compendio de todo eso, aunque no en ese orden -puede que por equivocación-.

La terraza del Elola, hace ya un buen tiempo.
También, a veces, uno busca refugio en uno mismo. Es otra manera de encontrar cobijo; pero, quizás, aunque haya momentos donde sea necesario, esa opción no sea la más recomendable de mantener.

La antigua Cabaña Tracuit, un rincón curioso de los Alpes
Incluso los refugios derruidos pueden servir de ayuda. Refugio del Rey, Gredos.
Si olvidamos lo anterior y nos ceñimos al nivel semántico, refugio, según nos cuenta la R.A.E., tiene, entre otros, los significados de "asilo, acogida, amparo" y "Lugar adecuado para refugiarse"Un lugar, unas personas, un tiempo que hacen que todo quede atrás y que, aunque sea por una noche, olvides los miedos que provoca estar ahí fuera.


Refugio de Pombie. Un pequeño hospicio a los pies del Midi d'Ossau.


Refugio Victory, siempre vigilante en Galayos.
Pero, nos refiramos a lo que nos refiramos y nos refugiemos donde nos refugiemos, siempre hay que volver hacia aquello de lo que nos estamos refugiando. No hay otra. Permanecer demasiado tiempo en ellos puede ser reconfortante y necesario, pero no elimina que tendremos que enfrentarnos a lo que hay fuera. Sea lo que sea.

Colomers, un pequeño rincón de Aigüestortes

La Tête Rousse. Lo imaginaba más grande, siendo un refugio de la normal del Mont Blanc

Incluso una pequeña lona puede refugiarte de una fría noche.
Porque, aunque hay muchos tipos de refugios -algunos más útiles y otros menos-, siempre deben ser cobijos transitorios.  Así. sólo queda entender cuándo usar cada uno de ellos y cuándo dejarlos. Tarea difícil, sin duda. 
Y vuelta a empezar. ¿Cuál es tu refugio?

"Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar: 
la monedita del alma
se pierde si no se da"  

Consejo - Antonio Machado 

18 de noviembre de 2015

El tiempo

Hay cosas excepcionales que pasan todos los días; cosas a las que no damos importancia y que nos aportan un granito más a eso que somos; cosas que construyen un yo cimentado en elementos realmente importantes.

¿Noviembre? En La Cabrera
Sí, hay cosas excepcionales que pasan todos los días y a las que no damos importancia; una conversación, una mirada, una caricia, un gesto aislado entre todos los hechos cotidianos.

Quizás por no entender que son excepcionales - o quizás por no querer entenderlo-, olvidamos hacerlas. Las relegamos a un segundo plano, dando prioridad a otras cosas que, generalmente, parece más urgentes.

No sé vosotros, pero a mi, de un buen tiempo a esta parte, la mayor parte de esas cosas urgentes e ineludibles a las que muchas veces damos preferencia me parecen lo más secundario del mundo. No hay trabajo que no se pueda posponer ni fecha inamovible. Son,  como lo es el dinero, inventos humanos y, como tales, pueden ser manejados por nosotros.

Porque esas fechas inamovibles no lo son; sin embargo, nos hacen olvidar otras fechas que sí lo son. Nos hacen olvidar cosas que realmente no se repetirán nunca, cosas que será imposible manejar, cosas que el ser humano no controla, cosas fundamentales.

Ahí es cuando uno se arrepiente de no haber hecho, de haber postergado, de no haber dado la suficiente importancia a lo que se lo merecía; creemeos que son cosas que pasan todos lo días, cosas rutinarias "no hacerlo hoy no tendrá consecuencias". 

Pero, ¿y si esa fuera la última oportunidad de hacerlo?¿Que pasa si esa persona mañana no está?¿Qué pasa si la vida te hace olvidar lo importante que era para ti?¿Qué pasa si hay problemas entre medias?¿Qué pasa si lo que una vez fue cotidiano y rutinario resulta que es excepcional?

El tiempo no tiene piedad; él sí tiene muy claro lo que es importante. Y no nos lo devuelve.

[...]y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta 
y los ojos abiertos y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de
caerse en la mitad.

 Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calor del sol quema.
Así que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma, en lugar
de esperar a que alguien le traiga flores
[...]"

Y uno aprende - Jorge Luis Borges

23 de septiembre de 2015

Resumen de un Verano

Hoy es siempre todavía; no tengas dudas.

Primeras escaladas en Pirineos: Cresta Norte de La Maladeta
Un largo camino que recorrer para una actividad muy completa.

Descubriendo nuevos rincones de Guadarrama: Peña Horcón
Pequeñas escaladas que recuerdan a otras más grandes
Riscos de Villarejo. "El Ángelote, V+"
La Albujea. En su zona más amable, claro.
Entrenamientos por Guadarrama. Pequeñas montañas que ayudan a subir otras más grandes.
Y más entrenos. Siempre con tiempo para mirar lugares donde vas forjando pequeñas historias.
Amigos de los de siempre. Creo que hay pocas cosas más importantes.
Siempre es reconfortante enseñar esos lugares que son importantes para ti a aquéllos que también lo son de verdad.
Carreras por Pirineos. Visita relámpago a Andorra.

Y más Gredos, por supuesto. Una de Galayos, por favor.
Siempre está muy bien que te recuerden que eres un piltrafilla. Aguja Negra.
Es importante lo que haces; pero más es con quién lo haces.
Proyectos.
Y Torozo, por supuesto.
Escaladas alpinas. Cerrando círculos.
Siempre hay un camino, sólo hay que buscarlo.
Pues parece que la cosa marcha.
Paisajes conocidos donde no te cansas de volver.
Buen terreno para entrenar y conocerse.
¡Ahora a por el Otoño!


Mary Melody - Mad Caddies.

20 de septiembre de 2015

Espolón Este de La Galana

Una pequeña historia que comenzó hace un tiempo a los pies de La Galana, contada en pocas fotos.

Viernes por la tarde, llegando justitos a cenar al refugio
Un buen pateo hasta el pie de via; los Hermanitos nos vigilan de fondo.
El Almanzor, presidiendo el Circo de Gredos.
Cazador cazado.
Y, por fin, vemos el objetivo. Todavía habrá que subir un poco para encontrar el pie de vía.
El Gargantón, con la Sierra del Zapatero de fondo
Desde aquí se puede observar bien la línea a seguir. Ojo, que desde donde está hecha la foto hay más de 60 m a la repisa donde se monta la primera reunión. Nosotros trepamos por terreno fácil unos 20-25 m y aún así ensamblamos unos 10 m. Tomad como referencia el diedro del L2 y el techo del L3 y tened cuidado.
Primera reunión. De fondo el súper asediado Almanzor nos vigila.
Parte superior de la vía desde la R1. El diedro de la izquierda es el comienzo del L2; una vez escalado el diedro, y después de una travesía descendente, buscaremos una trepada que nos dejará en una placa de la que saldremos por la derecha a la R3.
Muy buenas vistas desde la R1
Nosotros montamos esta reunión intermedia al salir del diedro por el roce de cuerdas y empalmamos la mitad del L2 y la mitad del L3. Conviene montar reunión después de pasar el techo del L3 para evitar excesivo roce, oir al compañerp y poder asegurarle bien al salir del techo... que guarda una sorpresa en forma de destrepe inesperado. Pues eso, cuidado al salir del techo.

Salida de nuestra R2. Segunda parte del L2. (Foto: José Pinilla)
Desde la reunión intermedia del L3 hasta la cima sólo quedará un pequeño largo de III+ y ¡Cima!
Desde la cima nos quedará destrepar hasta la salida de las canales  y una trepada de III hasta el espaldar de los Riscos del Gütre
Pequeñas habitantes de los riscos ¡estaban por todos lados!
Ahora sólo queda lo peor: bajar al refugio y subir Barrerones
El Ameal de Pablo y el Risco Moreno. Verticales e impresionantes.
De vuelta al refugio. Algunos, volando, seguro que llegan antes de que nosotros a su destino.
Precioso vivac al pie del Ameal. Para tenerlo en cuenta y volver a probarlo.
Poco a poco conociendo más rincones del Circo. Habrá que volver tachar más proyectos.
"No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños



No te rindas - Mario Benedetti 

P.D: Muchas gracias a la gente del Elola por su hospitalidad y su buen hacer. También a Vagabundos de estrellas  y a Raúl Lora por sus reseñas.